La escritora Lourdes Nicolás Pérez Lunar acaba de presentar su nuevo libro ilustrado La luciérnaga que encendió la Navidad, una propuesta literaria pensada para ser compartida en familia y que reflexiona sobre la pérdida de la inocencia infantil en una sociedad cada vez más acelerada y digitalizada.
Editado por Editorial Mr. Momo, el cuento llega a las librerías en plena campaña navideña con un mensaje claro: proteger la infancia, preservar la fantasía y devolver a los niños —y también a los adultos— la emoción genuina de la Navidad. Así lo explicó la autora durante su entrevista en el espacio radiofónico Letras al aire, donde subrayó que “la pureza del corazón de los niños es lo que hace que la Navidad exista”.
La historia está protagonizada por Jarowé, una pequeña luciérnaga, y Amelia, una niña inquieta y curiosa. Juntas demuestran que, incluso desde lo aparentemente insignificante, es posible generar grandes cambios. “Algo muy pequeño puede ser enormemente poderoso”, señaló Nicolás, destacando el valor simbólico de unos personajes que rompen con la idea de que solo los adultos pueden decidir o transformar la realidad.
La naturaleza vuelve a ocupar un lugar central en la obra, como ya es habitual en los cuentos de la autora. Nicolás alertó sobre lo que define como una “falsa relación con la naturaleza”, en la que los niños conocen el medio natural a través de pantallas, pero no mediante la experiencia directa. En este sentido, defendió la necesidad de recuperar el contacto real con el entorno como parte esencial del desarrollo infantil.
Aunque se trata de un cuento dirigido al público infantil, la autora reconoce que la obra interpela de forma directa a los adultos. “Es un libro que muchos niños no pueden leer solos; necesita de un padre o una madre que lea con ellos y vuelva a conectar con el niño que fue”, explicó. La lectura compartida se plantea así como un acto de transmisión emocional y de recuperación de la empatía perdida.
El relato incorpora además personajes secundarios con una fuerte carga simbólica, como Aurora, la araña dueña del viento, que representa el cambio y la transformación. Una figura que, lejos de los estereotipos negativos, se presenta como entrañable y necesaria, invitando a reflexionar sobre los prejuicios y el miedo a lo diferente.
Con La luciérnaga que encendió la Navidad, Lourdes Nicolás propone una lectura pausada, cálida y reflexiva, pensada para las noches navideñas y para devolver a los hogares un espacio de conversación, imaginación y vínculo familiar. Un cuento que, más allá de la ficción, lanza un mensaje claro a madres y padres: escuchar más a la infancia y proteger ese territorio frágil donde aún habita la magia.

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